Un dicho muy antiguo en el mundo financiero asegura que las cajas no quiebran, se fusionan. Y tal como están las cosas con el crash inmobiliario, la crisis financiera internacional y el cierre de los mercados mayoristas, ya empiezan a sonar los rumores de fusión de distintas entidades. Y este martes Juan Pedro Hernández Moltó, presidente de Caja Castilla-La Mancha, le ha puesto el cascabel al gato.
"En la actual situación económica, muchas cajas se verán cortas de dimensiones, por lo que tendrá que haber concentraciones en el sector de las cajas para hacer frente a las exigencias del mercado y mantener el mismo rigor y solvencia", han sido sus palabras en el XV Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte. Por supuesto, el presidente de CCMM no ha reconocido que estas fusiones pueden estar motivadas por la necesidad de rescatar a alguna caja en apuros.
Pero sí ha llegado tan lejos como para plantear que "para alcanzar esta nbueva dimensión, habría que saltar la territorialidad" de las comunidades autónomas, algo que ha reconocido que "va a haber muchas dificultades" para ello. Por eso, lanza la idea de abordar estas concentraciones a partir de los grupos empresariales e industriales de las diferentes entidades (Caja Madrid anunció el lunes que sacará a bolsa el suyo siguiendo el ejemplo de La Caixa).
En todo caso, este proceso será positivo porque "reducirá el exceso de oferta bancaria producto del exceso de atomización del sector" y, además, servirá para defender a estas entidades de los ataques de los bancos que pretenden quitarles cuota de mercado, según Hernández Moltó.
Se acabaron los días de vino y rosas
Este encuentro ha servido para certificar que se ha acabado la edad de oro de la banca en España y que hay que adaptarse a los duros tiempos que han comenzado. Los símiles han sido de lo más pintoresco: Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander, ha comparado la crisis actual con el meteorito que extinguió a los dinosaurios (que serían los bancos que se habían apuntado a la orgía de liquidez y apalancamiento de los últimos años); Juan Ramón Quintás, presidente de la CECA, ha hablado de una gigantesca ola que debemos evitar que nos arrastre; y Julio Fermoso, presidente de Caja Duero, ha asegurado que "ahora viene la prueba del algodón para el sector financiero".
De hecho, Fermoso considera que el sector va a tener que adoptar medidas todavía más radicales que las fusiones propuestas por Hernández Moltó, para construir un nuevo paradigma que demuestre que "hay vida después del ladrillo".
Este nuevo paradigma debe basarse, según la opinión generalizada de los ponentes, en un aumento de la productividad y la eficiencia ("los gastos es lo único que un banco controla en una crisis", según Quintás), el fin del crecimiento basado solamente en el crédito, la vuelta a la preocupación por el cliente, la importanacia de los depósitos y la innovación en productos.
Fuente: CincoDias
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