4 de noviembre de 2007

La economía española pierde sus pilares

Durante los últimos años la economía española ha crecido básicamente gracias a dos componentes, la construcción y el consumo interno. También en los últimos años hemos tenido tipos de interés muy bajos, debido a la crisis alemana. En España hemos tenido niveles de inflación superiores al objetivo del Banco Central Europeo. Dado que crecíamos ¿por qué se mantuvieron tan bajos esos tipos y se recalentó la economía española?

El Banco Central europeo fija los tipos de interés según las necesidades de la Eurozona, las últimas subidas de tipos se debieron a que Alemania dejó de estar estancada y empezó a crecer.

Al haber estado los dos motores principales de la economía española impulsados por un dinero extraordinariamente barato, las últimas subidas de tipos han afectado bastante a la economía española. El Euribor ha estado subiendo y ha acabado afectando a las hipotecas. En un país donde no ahorramos y tenemos problemas para llegar a fin de mes un aumento en la cuota de la hipoteca (y en general en los costes financieros de la deuda que tengamos) acaba provocando que haya que reducir el consumo. Pero reducir el consumo de muchas familias tiene sus consecuencias negativas para la economía, ya hemos hablado del bajo poder adquisitivo de las familias españolas. Si las familias (de media) compran menos ropa, van menos a restaurantes, viajan menos, compran menos coches, etc. serán necesarios menos vendedores de ropa, de coches, menos agentes de viajes, menos camareros y cocineros, que irán a la cola del paro. Los últimos datos sobre el desempleo confirman esta tendencia. Además, si creemos que podemos perder nuestro empleo (porque los camareros y vendedores son integrantes de esas familias) el consumo se suele reducir y mucho menos hacemos inversiones fuertes, como nuestra vivienda. Hace tiempo hablamos del posible fin del boom inmobiliario, ahora cada vez se ve más claro. Si se venden menos casas se acabarán construyendo menos casas y los albañiles acabarán yendo al paro, como demuestran las últimas cifras.

Se puede argumentar en contra que la producción industrial de la economía española puede compensar el crecimiento de los últimos tiempos. Lo dudo mucho, en los últimos años la industria española no ha destacado por su especial buen comportamiento. Tampoco se han puesto las bases para desarrollar una industria de alta tecnología, al estilo de Finlandia. Por un lado, para que nos hagamos una idea del estado de nuestra I+D el peso de la investigación en la economía española es bastante inferior al que tiene en Eslovenia. Por el otro la mano de obra, en general, está más cualificada en poner ladrillos uno encima de otro y servir cervezas que en fabricar aerogeneradores. No es que desprecie a los camareros y albañiles, dada la demanda de los últimos años es normal que se hayan especializado en ese tipo de trabajo, que es muy necesario. Pero no son actividades de alto valor añadido que puedan permitir montar una industria fuerte que compense la pérdida de importancia de los otros sectores.

Fuente: BlogSalmón

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