Ha ocurrido unas cuantas veces en los mercados desarrollados. 1929 (EEUU), 1987 (EEUU), 1997 (Asia), 1998 (Rusia) y 2001 (11-S) son años para no olvidar. Y 2007 promete sumarse al club de la mano de la crisis subprime o crediticia. Los índices acumulan descensos próximos al 10% desde sus máximos, lo que podría calificarse corrección, como ocurrió en mayo de 2006, pero esta vez parecen más tocados de lo normal.
La crisis de confianza en el mercado interbancario es la que barrunta peores presagios. Los bancos centrales (BCE, Fed, Japón…) llevan días inyectando liquidez al sistema en grandes dosis para evitar un posible colapso. Financieras, hipotecas y hedge funds han caído como moscas víctimas de la quiebra subprime o de las hipotecas basura.
Y el peor de todos los temores es que se produzca un efecto dominó que afecte a un gran banco. La bolsa está sufriendo como nunca en los últimos cuatro años, en los que ha vivido un escenario alcista, de fuertes ganancias, que ha rozado el exceso. Y ahora tocar purgar los errores o la burbuja en que se han convertido segmentos como el inmobiliario.
¿Cuánto tarda la bolsa en recuperarse?
Cuando se produce un crash bursátil, no son pocos los inversores que se dejan llevar por el ‘momentum’ de pánico que suele acompañar a los desplomes de bolsa. Sin embargo, el mejor consejo es dejarse llevar si ya se está inmerso en la caída y no se es demasiado hábil para capearla. Ese es terreno trader. Si se aguanta, y la cartera del inversor es a largo plazo, la recuperación acaba llegando más pronto que tarde.
En el crack de 1929, y tomando como referencia el índice Dow Jones, la bolsa tardó 7.250 días hábiles de bolsa en recuperar los niveles previos al inicio de la crisis. No obstante, el mercado bajista duró cerca de 25 años y fue el periodo conocido como la Gran Depresión. La bolsa americana llegó a perder un 30% en apenas una semana. Pero hay otra turbulencia si cabe más violenta.
Se trata de 1987, con el famoso crash de Wall Street –motivado, entre otras cosas, por un fallo informático y varias órdenes erróneas- la recuperación del Dow llegó 375 días después de que se derrumbase el mercado. En su momento más bajo, cuando tocó suelo, el índice Dow llegó a perder un 31% en sólo cinco sesiones.
En la crisis de las divisas y economías asiáticas, en julio de 1997, los inversores vieron la luz tan sólo 31 días después. Es decir, que con sólo un mes de sangre fría y aguantando la posición se podría haber vendido en los niveles previos al bajón de la bolsa. Un año más tarde, los mercados se vieron azotados por el efecto vodka. Era la crisis rusa del rublo, que dio lugar a un periodo de fuertes turbulencias financieras. En 50 días, el Dow Jones volvió a su ser y reconstruyó la caída sufrida entonces, que llegó a ser del 12%.
Fuente: Cotizalia
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