La sombra de la insolvencia de los hogares españoles se alarga cada vez más por el aumento del esfuerzo hipotecario y el encarecimiento de bienes básicos como la gasolina y los alimentos de primera necesidad. Así,
desde que entró en vigor la Ley Concursal en septiembre de 2004 (que sustituyó a las suspensiones de pagos y declaración de quiebra) hasta julio de este año,
un total de 157 particulares o familias se han declarado en quiebra, según los datos oficiales consultados por
INVERTIA. Además, el número de expedientes han experimentado en el
primer semestre de 2007 un crecimiento del 29% (un total de 40 expedientes).
Esta nueva ley permite a los particulares y familias que, al igual que las empresas, se declaran insolventes cuando no pueden hacer frente a los pagos y deudas pendientes y evitar así que los tribunales inicien de manera acelerada los embargos y la intervención de los bienes.
Más info: Invertia
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