20 de abril de 2007

Ojo a la economía

Mi amiga Pepita, que es una empresaria inteligente y trabajadora, una emprendedora que se dedica al sector de servicios y que ha creado muchos empleos, empieza a estar preocupada. Dice que algunas empresas que debían renovar ahora sus contratos, le han dicho que no lo van a hacer. Que les han pedido que empiecen a recortar gastos, y que lo sienten, pero que lo primero es todo lo que no es indispensable para la marcha del negocio. Y mi amiga dice que empieza a preocuparse, que no ha sido ni una ni dos empresas, sino varias. Ella, que no es alarmista, tiene una empresa que es un termómetro de la buena marcha de la economía y los últimos años ha ido como un tiro. Ha trabajado mucho y bien. Pero ahora está preocupada.

¿Tiene motivos? Aparentemente, no. Las grandes cifras macroeconómicas van como nunca y Zapatero saca pecho todos los días con ese asunto. En la inmediata campaña, vamos a oir hablar, a Zapatero y los suyos, más de macroeconomía que de política y terrorismo, aunque Rajoy y los suyos hablarán mucho menos de economía que de terrorismo y política. Es cierto, nunca habíamos tenido tantas personas trabajando, nunca la afiliación a la Seguridad Social había ido batiendo record tras record. El crecimiento de la economía es espectacular y muy superior al de las economías europeas más cercanas. La Bolsa es un cohete. La inflación no sube, aunque los cambios en el IPC tienen mucho que ver porque las cosas cuestan más. Los beneficios de las empresas, especialmente de las grandes, son espectaculares y hasta excesivos. Y nunca tantas empresas españolas habían estado en puestos punteros en el mundo, aunque, en algunos casos, como el de Endesa, no haya sido, precisamente, un espectáculo edificante.

Y, además, basta ver las carreteras españolas en esta Semana Santa para pensar que todo va de cine. Ha sido difícil encontrar plaza en un hotel o, incluso, mesa en un restaurante. A media semana, en alguna de las grandes ciudades, los restaurantes siguen llenos a la hora de comer... y de cenar. Se siguen vendiendo pisos a unos precios muy superiores a la media europea... ¿De verdad hay signos en el horizonte para pensar que estamos en un momento de cambio?

Aunque todo eso es verdad, la economía española tiene serios problemas. No es competitiva, porque sigue soportando defectos estructurales muy importantes que el actual Gobierno no se ha atrevido a reformar aprovechando la bonanza. Está sustentada por el consumo interno, un consumo desbordado, pero que si cae, puede tener consecuencias muy graves y por una construcción de precios desbordados. El déficit comercial es escandaloso. Los tipos de interés siguen subiendo. El índice de morosidad empieza a crecer seriamente y empiezan a dejar de pagarse hipotecas y préstamos... No tengo todos los datos, pero el olfato de mi amiga empresaria vale más que muchas estadísticas. Atentos.


Francisco Muro de Iscar


Fuente: http://www.europapress.es/firma.aspx?cod=20070409000036

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