La vivienda los ha convertido [a los hogares] a la vez en ricos y pobres. Ricos porque los pisos que poseen valen más y, en caso de venderlos, ingresan cantidades muy superiores a las que pagaron por ellos. Y pobres porque quienes pagan una hipoteca están cada vez más con el agua al cuello.
[ELPAIS]
No eres rico... porque en caso de vender la casa, tendrías que amortizar el préstamo. Es más, aún en el caso de que hubieras comprado antes del boom, al venderla tendrías que comprar una nueva casa donde vivir ¿no?. Tu nuevo hogar te costaría tanto como lo que has recibido por la tuya. Es como decir que soy millonario porque tengo un riñón sano, que vale un millón de euros. Pero es evidente que, como no puedo venderlo sin comprar otro, mi riñón no me hace más rico en absoluto.
En cambio, por culpa de la subida de tipos, soy un poco más pobre, porque voy a pagar más intereses al banco. La excepción: que tengas más depósitos que deudas (lo que es muy improbable).
El artículo está muy bien, e incluye muchos datos relevantes:
- Pone de manifiesto la dependencia de este país con respecto al sector («aporta un 18% al producto interior bruto», «emplea a más de 2,6 millones de personas, el 13% de los ocupados»).
- Señala las nubes que se ven en el horizonte: se ha iniciado la «caída en la compraventa de casas» (una caída del 5,5% en los dos últimos meses de 2006) y «las viviendas iniciadas suponen dos veces y media la demanda de pisos para primera residencia».
La tesis que el artículo pone sobre la mesa es que «la oferta ha crecido mucho más que la demanda en los últimos años», lo cual es motivo de preocupación. De momento, los precios no se han dado por enterados, lo que no deja de ser habitual. Primero se reducen las transacciones, pero los ofertantes aguantan firme, hasta que sus gastos empiezan a ser demasiados y se ven forzados a vender más barato.
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