14 de agosto de 2008

Casos, cosas, quesos, y hemeroteca

¡Jolín!. ¡Cuánto pueden llegar a cambiar las cosas!. En Agosto del pasado año, España iba bien y Europa iba bien; lo dijo el comisario de asuntos económicos, el Sr. Joaquín Almunia; en Diciembre del 2006, el mundo iba bien, se lo comunicó al planeta el Dr. Rodrigo Rato, entonces gerente del FMI. (Por cierto, se han dado cuenta de que el Dr. Rato ha hecho lo mismo que Mr. Robert Rubin hizo en 1999; los se desentendieron de las alturas de la política monetaria y los dos se han establecido en un banco, ¿curioso?).

Bien; todo iba bien, antes, ahora, todo, día tras día, va peor. El BBVA publicó, el 5 de Diciembre del 2007, un informe que está en la línea de ir poniendo las cosas en su sitio. Lo tienen aquí: http://serviciodeestudios.bbva.com/TLBB/fbin/EUWA_0712_europawatch_08_tcm268-146011.pdf .

¿Qué decía el informe?, pues, como suele suceder con este tipo de informes, lo que decía está en lo que no dijo. Decía que, en el 2008, en la UEM, el crecimiento va a la baja, al igual que la confianza sectorial, que la deuda de las familias continuará aumentando, al igual que los precios del crudo, y lo mismo que la cantidad de centavos de dólar USA que se obtendrán por un euro. Eso quedaba claro en el informe.

Lo que se deducía, porque no se decía, está en la página 10: un gráfico que recoge el riesgo de que la inflación supere el 2%, y el gráfico llega hasta Diciembre del 2009: Diciembre 2007 – Marzo 2008, para arriba; Marzo 2008 – Diciembre 2008, para abajo; Diciembre 2008 – Diciembre 2009, estancado en el 50%.

Por lo que respecta a España, el cuadro de la página 20 es esclarecedor: en el 2008, el consumo privado, para abajo, lo mismo que el público; derrumbe de la formación bruta de capital; caída de las exportaciones y de las importaciones; evidentemente, menos crecimiento.

Coincidiendo en el tiempo, el Gobierno británico anunció que iba a seleccionar a la inmigración que el Reino Unido recibiese. Resumiendo: a más cualificación, menos trabas; a menos cualificación, más problemas para entrar en The United Kingdom. ¿Qué está poniendo sobre la mesa esta política?, pues que la capacidad de absorción británica de factor trabajo de baja cualificación se ha acabado, que cada vez va a hacer menos falta factor trabajo de baja cualificación, que el desempleo va a aumentar y que, cuando suceda, mejor que la oferta de trabajo sea lo más cualificada posible.

Y, también a la par, la OCDE publicó su Economic Outlook. (Información sobre el mismo aquí: http://www.oecd.org/document/18/0,3343,en_2649_201185_20347538_1_1_1_1,00.html ). Y lo que decía era negativo, para la OCDE, para la UE, para España.

Y, en USA, por las fechas, el Gobierno decía que iba a intervenir para que gente cogida entre las revisiones de sus cuotas hipotecarias y los problemas económicos de esas gentes no vean embargadas ‘sus’ viviendas ante lo que se avecina (un millón, se decía).

Juntemos todo esto. El caso que planteaba el estudio del BBVA y las medidas del Gobierno británico es el mismo: que las cosas ya no van bien. El servicio de e studios del BBVA es muy bueno, pero a mi modo de ver, excesivamente conservador; el Gobierno de su Majestad la Reina es un conjunto de políticos y dicen las cosas de manera conservadora aunque sean Labour (New). La OCDE apuntaba desaceleraciones. El Gobierno USA, con elecciones a la vuelta de la esquina, decidió meter la mano en el dinero público para ayudar a personas a las que el propio sistema convenció de que se embarcasen en algo que ha acabado siendo un auténtico atolladero, atolladero que va a más, no a menos.

El mensaje estaba clarísimo: las cosas, en Diciembre del 2007, ya no apuntaban a mejor, más aún, en Diciembre del 2007 ya existían muchísimos indicios de que las cosas iban a ir mal.

‘¿Y el queso?’, preguntarán Uds. El queso disfrútenlo, por ejemplo, con una botella de Luís Cañas Selección de la Familia del 2001. Disfrútenlo hoy, quien sabe si se podrán mañana.

Los impagados están subiendo: el número de personas físicas y jurídicas que no pagan lo que deben: los montos totales de impagos suben semana tras semana, mes tras mes; efectos comerciales, sí, pero también todo lo demás que no sale en las estadísticas. (Morosos son aquellas personas que se retrasan 90 días, vale, y luego, ¿pagan o renegocian?). Lo que más teme una entidad financiera es que alguien le diga: ‘no puedo pagar’. Alan García, el actual presidente de Perú ya lo fue en los 80; se dice que lo hizo mal, muy mal; pero ahí seguía hasta que un día dijo a la comunidad financiera internacional: ‘Prú no puede pagar lo que debe.

El arma de destrucción masiva que tenía preparada Fidel Castro la expuso, también en los 80, en una reunión del Grupo de los 77 celebrada en el Palacio de Congresos de La Habana; dijo que si los países subdesarrollados querían salir de donde estaban, lo que tenían que decir a los desarrollados, es decir, a sus acreedores, que no podían pagar; Alan García lo dijo, y semanas después se produjo un golpe de estado encabezado por el Señor Alberto Fujimori.

Fue pura casualidad, claro, pero entonces se dijo que si una macroentidad financiera USA que había participado en numerosos procesos crediticios en las economías subdesarrolladas hubiera tenido que sacar esos créditos de su activo y para ponerlos en su pasivo, hubiese quebrado. Eso se estimó para una, imaginen que pasaría con todas las demás. Resumen del resumen: las entidades financieras harán lo que sea para que su cifra de impagados no aumente, por eso yo siempre he hecho una pregunta que nadie me ha respondido. ¿Qué porcentaje de los montos de morosos son efectivamente satisfechos en un plazo de, pongamos 90 días?; (90 + 90 = 180: medio año: ¡no está mal!).

Impagados: van a dispararse, y, en la práctica, no habrá diferenciación entre morosos e impagados: será deuda no satisfecha y que no se podrá satisfacer, y punto pelota. (Sugerencia: que quienes dominan la estadística elaboren -si no se ha hecho ya-, 1) la correlación entre la evolución de la tasa de desempleo y los impagos familiares, 2) idem entre la caída de los volúmenes de facturación y los impagos de empresas; y, puestos a pedir, que lo hagan por regiones. Estoy seguro de que saldrían cosas muy chulas).

En esta línea: medidas que tomará el Gobierno: ya habrán leído la lista: marear la perdiz (y el principal partido de la oposición no ha dicho nada con enjundia, ¿por qué será?): ¿para que van a servir?, ¿para generar más PIB?, ¿para que empresas que, de hecho, ya están quebradas dejen de estarlo?. Y, encima, se nos viene encima aquella cosa de la que ya nadie habla: la Directiva Bolkestein; ¡huy!, perdón, la Directiva Europea de Servicios: vendrán trabajadores lituanos (por decir algo) y se les aplicarán condiciones lituanas, ‘¡no!, no será así’; ¡sí, sí será así!, y esa directiva, ¿mejorará el crecimiento del reino y su tasa de desempleo?.

(Un antiguo alumno, amigo y lector me dice que no he dicho nada del proceso de absorción, perdón, de fusión, que están empezando a llevar a cabo diversas compañías aéreas; no: llevo tiempo sin hablar de eso: ¡hay tantas cosas de que hablar!. De todos modos, quédense con un concepto del que vamos a oír hablar mucho, se resume como A&A: Acuerdos de colaboración y Absorciones: se van a dar, cada vez más, en todos los subsectores. Volveremos sobre esto).

Bueno, ya ha llegado: el 14A: hoy nos enteraremos de cosas.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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