Lo que sigue son eso: apuntes.
1 - El plan USA ¿de rescate?, ¿de salvamento?, ¿de intervención?. Lo curioso es lo que ha ido ganando por el camino: de tres pages a más de cien. Sería interesante poder leer las tres originales. Muy astutamente este plan se ha vendido como si fuese la panacea y para lo único que va a servir es para ganar unas semanas: radioterapia para un cáncer incurable.
2 – El plan, sí. Es insuficiente y de filosofía equivocada. Es insuficiente porque no hay pasta bastante en el planeta como para restaurar la confianza perdida, y es de filosofía equivocada porque perdona los pecados pero no exige propósito de enmienda, ¿un ejemplo?: Europa. Se presenta un proyecto en Bruselas para que quienes emitan bonos se queden en garantía el 15% de la emisión, los que de verdad mandan lo reducen al 5%, y así se va a ser presentado: que mucho cambie para que todo siga igual.
3 – El plan, claro. El Estado (que manía: que no es el Gobierno) se queda con papeles que valen lo que pagarían por su peso y, cuando los activos que escrituran suban, el Estado los vende y gana una pasta gansa; ya, y cuando mi vecino sea mucho más atractivo se ligará a Claudia Schiffer. Lo alucinante es que una petición de 0,7 billones pueda presentarse así, y que quienes tienen que aprobarla la aprueben. ¿Qué indica eso?, pues que el pavo estaba cocinado antes de ser vendido.
4 – El plan, más. Vender los activos cuando su precio suba y así ‘devolver al pueblo lo que el pueblo ha aportado’. Tomen nota de lo que sigue: nunca, nunca, volveremos a ver, en términos proporcionales, el valor de los bienes inmuebles al nivel que los hemos visto, ¿por qué?, pues porque el valor de los bienes inmuebles que hemos visto era fruto de unas condiciones que jamás volverán a darse: el valor se llevó hasta el lugar en el que ha permanecido porque, entonces, fue la forma de hacer negocios: se acabó; es como el Nasdaq: nunca, jamás, volveremos a verlo a 5.000 puntos: fue fruto de una estrategia que es irrepetible.
5 – Los culpables. Ya hemos hablado de eso, pero da para más. Ahora Europa culpabiliza a USA de lo que está pasando. Eso es pura hipocresía, es vomitivo, da nauseas. Durante los días de vino y rosas, mientras la mierda era creada, negociada, cuando poniendo un dólar en el invento se sacaban 80 al cabo de tres años, nadie decía nada, todo eran sonrisas, brindis, compadreos, roces de seda salvaje y cashmir en las recepciones oficiales. Ahora vienen los reproches. Quienes ahora reclaman, ¿no se han enterado que dos no pecan si uno no quiere?.
6 – Darán vueltas, marearán la perdiz, y no se abordarán el núcleo del problema -el busilis, antes se decía-. El sistema ha evolucionado hasta un punto en el que TODO se basa en el crédito, es decir, para que TODO funcione es imprescindible que haya crédito, que fluya el crédito, que se demanden créditos, que se concedan créditos, y, cosa importante, que cada vez se demanden y concedan más y más fácilmente. Ahora esa maquinaria se ha detenido y las cosas no van; ¿qué sucede?, pues, se dice, que las entidades financieras han perdido la confianza unas en otras. Sí, sí, es cierto, pero, ¿es toda la verdad?. Imaginemos que esta noche el planeta fuese bañado por un haz de pseudoneutrinos phi (me los acabo de inventar) procedente de Andrómeda y que ese haz fuese capaz de restaurar la confianza, ¿se ‘arreglarían’ las cosas?.
7 – El haz de Andrómeda. ¿Es sólo un tema de confianza, o hay algo más?. ¿Las entidades financieras han dejado de dar créditos porque no se tienen confianza unas a otras y no la tiene en quienes se los piden, o es que, pura y simplemente, no pueden prestar más porque no tienen pasta que prestar?. La confianza, cuando se rompe ya no puede repararse, pero sí, en ciertos casos, puede comprarse: entonces se llama conveniencia; pero ni por esas. Entonces, ¿para qué hacer planes para restaurar la confianza?.
8 – Irlanda. Es genial: el Estado garantiza, hasta finales de Septiembre del 2010, todos los depósitos de los principales bancos irlandeses, es decir y en el fondo, todos los fondos. Si se piensa medio minuto se ve que es materialmente imposible, es una bouttade: a día de la fecha los depósitos bancarios de Irlanda rondan los 0,5 billones de euros mientras que el presupuesto de ingresos del Estado para el 2007 asciende a 94.000 millones y la deuda externa suma 1,3 billones, pero es genial: ‘que nadie se preocupe, yo garantizo los depósitos’. Las promesas, ¿se hacen para cumplirlas?, ¡claro!, OK, pero, será si se puede, ¿no?. Y además: mediados del 2010: justo hasta que empiece la crisis.
9 – Entidades financieras (que manía con hablar sólo de ‘los bancos’). La medida de Irlanda ha hecho pupa: hay quienes dicen que hay que aumentar las garantías de los depósitos: da seguridad, hay quienes dicen que no: alarma. Gentes avispadas ya están moviendo fondos hacia Irlanda; por favor, seamos lógicos. El fondo de garantía español asciende a 6.000 millones, y la suma de depósitos a la vista de residentes en el reino, a 31 de Julio, ascendía a 1,7 billones. Las entidades financieras tienen razón: el FGD puede servir para un problemita muy concreto en una entidadita muy pequeñita y muy concretita, nada más. ¿Por qué?.
10 – El dinero. En el fondo, lo que sucede es que hay dos tipos de dinero. Uno es el dinero de la gente, el que Mr. Smith de Baltimore tiene en su cuenta del la entidad financiera X, y el que tiene la Sra. López de Manresa; otro es el resto, el de los grandes inversores el de los gigantescos apalancamientos, ese que, a ojo de buen cubero puede ascender a entre 25 y 30 veces el PIB del mundo. La mayoría del dinero de la gente sólo está en los ordenadores: las entidades financieras, de media, sólo tienen el efectivo el 1% de los depósitos que la gente les efectúa.
11 – Las garantías. Como las palabras lo soportan todo, cualquiera puede garantizar lo que quiera en cualquier parte, pero Uds. saben que las garantías, como los seguros, están para no tener que utilizarlas. Es una desgracia tener que utilizar la cobertura de un seguro (que no deja de ser una garantía), pero bueno, si hay que hacerlo, se hace. El problema llega cuando un porronazo de gente exige que se le satisfagan sus garantías, y aquí viene el toque mágico. La población, de alguna manera, ha depositado en las entidades financieras billetes, pero la mayoría de esos billetes no están: han sido transformados en otras manifestaciones, incluso puede que en otro tipo de dinero. Tremendo, ¿no?.
12 – El megadinero. Cuando el gestor de un fondo de inversión chasquea sus dedos y mueve 3.000 millones de dólares de un ‘sitio’ a ‘otro’, aunque aparentemente nada suceda, pasan muchas cosas, entre ellas, que ese megadinero puede entrar en contacto con el minidinero de la gente. Los dos juntos pueden hacer cosas geniales, pero, también, cosas que en un principio sean alabadas y, luego, maldecidas, como, por ejemplo, las subprime. Lo que sucede es que, como en Rocroi, puede que llegue a saberse los que eran al principio contando los muertos que haya al final.
(Por cierto, ¿saben lo que significa que las entidades que iban a entrar en el Hypo se hayan echado para atrás? (http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=aHXP07xJRrgA&refer=home) , pues pienso que no es porque hayan encontrado más porquería de la que creían cuando han entrado, sino que no se ven capaces de limpiarla, que no es lo mismo).
Mañana seguimos.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
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