8 de octubre de 2008

Palabras, frases, ideas

“El sistema financiero español no corre ningún peligro” (El País 01.10.2008; Pág. 23). Si el Señor Ministro de Economía del Reino de España se estaba refiriendo a lo que sucedía en el momento del día 30 de Septiembre en el que pronunció esa frase, sea; pero si lo que estaba diciendo era que el sistema financiero español no va a correr nunca ningún peligro, pienso que va a tener que comerse sus palabras antes de un año.

Una de las cosas que el Gobierno lleva haciendo muy mal desde hace meses es ir lanzando la idea de que ‘aquí no pasa nada’, y una de las cosas que el principal partido de la oposición lleva haciendo muy mal desde hace meses es magnificar la coma y no fijarse en que falta una hache. Ni el Gobierno ha aprendido que lo peor que en economía puede hacerse es desmentir un rumor, ni el principal partido de la oposición ha aprendido que la confianza con mayúsculas ha de sustentarse sobre la autenticidad; y uno desmiente y desmiente, y el otro ignora lo importante.

La economía española está muy, pero que muy jodida, y más lo va estar, y el sistema financiero español, no lo olvidemos, es parte de esa economía, luego, ¿está jodido?, preguntarán, pues no lo sé, pero lo que si sé es que aunque sea cierto que las entidades financieras españolas no han participado en las subprime, es ciertísimo que han concedido créditos hipotecarios y al consumo de importes astronómicos a gentes, a) con empleos superprecarios y, b) que han de destinar hasta el 60% de sus ingresos mensuales a pagar las cuotas de sus créditos; eso, sin contar con los 0,5 billones de euros que, en forma de financiación, las entidades financieras españolas han metido en la construcción, ni la deuda de 0,8 billones que tienen con diversas entidades del planeta.

El Gobierno saca a colación un reciente artículo de FT en el que alababa la supervisión española respecto a las entidades financieras del reino, pero el mismo Gobierno ya no recuerda otro artículo de FT, de hace unos meses, en el que hablaba de la enorme cantidad de viajes que las entidades financieras españolas hacen a Frankfurt en busca de pasta.

El Gobierno dice que aquí, existen reservas financieras por 33.000 millones, que las entidades financieras tienen recursos propios por el 8% de sus riesgos, y que el FGD cubre los 20.000 primeros euros de cada cuenta. Genial, maravilloso, pero, ¿qué es todo eso si mañana estalla un crash?, pero ojo, no un ‘crash’ como el del otro día cuando el Dow bajó un 7%, eso no es un crash, un crash es, como me dijo un antiguo alumno que está desempeñándose profesionalmente en un banco extranjero, ‘colas de 130 metros frente a las oficinas de las entidades financieras’.

“Los ahorros de los españoles no corren ningún peligro en las entidades españolas”, “Siempre se han garantizado los depósitos”. (Misma fuente). Genial, de verdad, pero, cuidado, la certeza de algo no se acaba de tener nunca. Por eso, el Señor Solbes también dijo que “No sé que ocurrirá si los problemas se alargan”, lo dijo, pero la gente se queda con lo que le interesa, y esta última frase es fea … pero, ¿acabará siendo la única cierta?.

Todo eso sucedió el 01.10, el 06.10. Menos de una semana después, reunión en La Moncloa (como esa, un montón en Washington a principios de Otoño del 29) en la que se dice que se van a aumentar las garantías. El mecanismo es curioso: aquí y en todas partes el Estado dice que va a garantizar tal porcentaje de los saldos en entidades financieras, en algunos sitios, el 100%. Nadie en su sano juicio se cree que ello sea posible, pero el objetivo de esa proclama es el de que la población respire aliviada porque alguien vela por sus ahorros. Pura falacia: es materialmente imposible, pero la gente lo cree porque necesita creerlo. ¡Alucinante!. Pero lo mejor ni siquiera es eso, lo mejor es que esa gente actúa como si fuese cierto, ¿por qué?, pues porque desean que lo sea. Insisto: ¡alucinante!.

No contentos con eso, en España, en todas partes, se van a tomar medidas para que aumente la liquidez. Vamos a ser sinceros. Imaginen Uds. que saben que va a haber falta de algo esencial y que alguien va a poner en marcha un proceso por el que se va a facilitar ese algo a los encargados de gestionar ese algo esencial; imaginen también que Uds. pertenecen a ese grupo que gestiona ese algo. Bien, ¿me quieren decir que harán cuando tengan en sus manos el cacho de ese algo que les ha correspondido por ser gestionadotas/es?. Con toda seguridad lo desmenuzarán en trocitos y lo repartirán entre quienes lo necesiten aun sabiendo que muchos de ellos estarán muertos dentro de unos meses. Harían eso, ¿a qué sí?.

(Estamos entrando en la última fase: aquella en la que te mueves a la desesperada: la FED está considerando convertirse en prestamista directo de las compañías: http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=a2Oo4vDj6PK0&refer=home. Mal asunto: se está entrando en terrenos inexplorados y se están agotando las herramientas; y al final no va a servir para evitar lo que está viniendo. En fin, aún estamos en la fase de negación).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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