¿Saben a lo que equivalen los 5 billones (más o menos) que diferentes Estados han inyectado al Sistema Financiero (en singular y con mayúsculas)?, pues a un chute de anfetaminas.
Posiblemente sea de los poquitos que ahora lo están diciendo así: si lo que buscan es evitar la crisis, la que vendrá en el 2010, no lo van a conseguir: “Las medidas son imprescindibles para solventar la grave situación de nuestras economías”, lo dijo el pasado Lunes el Presidente del Gobierno del reino (El País 14.10.2008, Pág. 13): se equivoca, él y quienes así piensan y eso dicen.
5 billones contra, ¿qué parte de los 65 que suman los derivados que están dando vueltas por el mundo?, ¿qué parte de los 350 que suman los activos financieros acuñados en el planeta?. Las medidas: no van a funcionar, pero, a corto plazo, van a animar, van a reavivar, van a hacer creer, van a ilusionar, unos meses, seis, siete a lo sumo, y con algún bache; después ….
Coste: será nulo, dicen: cuando las cosas vuelvan a ir bien, se vendrán esos títulos, esa deuda comprada, esas acciones adquiridas, ¡incluso puede hacerse negocio!. ¡Por favor!, ¿pero es que realmente alguien piensa que las cosas van a volver a ser como eran?, ¿pero es que alguien cree que va a volver la época del dinero fácil y del crédito barato?. La ciudadanía: nos vamos a tener que comer con patatas esos bonos: dentro de dos años no van a valer ni la energía que su apunte consume en la pantalla de un ordenador.
Y las garantías, los avales: ‘Uds. emitan, el Estado garantiza y, en su caso avala’. De todo, eso es lo que me parece más alucinante, ¿por qué?, pues porque es la crónica de un impago anunciado: no se va a pagar, y la ciudadanía va a tener que responder: es el default de quienes aseguran defaults, trasladado el pueblo. Claro, claro: no es eso: ¿cómo cojones va a poder responder la ciudadanía si muchos de sus miembros, y el Estado, estarán en default?. Pero se habrán ganado unos meses.
Sin embargo, lo más curioso de todo es que, lo más obvio de todo, no se ha hecho: que los interfectos enseñaran sus cartas. Vamos a ver, si alguien pide un crédito, ¿qué le exigen?, pues que haga una relación de sus bienes y de sus deudas, ¿no?. Aquí se va a comprar porquería con dinero de toda la ciudadanía, se va a avalar con fondos de la ciudadanía, se va a intervenir en el capital de entidades financieras con problemas con pasta de la ciudadanía sin tener ni voto ni veto en las decisiones, se va a hacer todo eso sin que quienes van a recibir esa morterada digan la cantidad de mierda que tienen en sus casas. ¡ALUCINANTE!.
Pero hay algo, aún, más alucinante: ¡nadie se lo ha exigido ni ha exigido a los Gobiernos que lo exijan!. Aquí, el principal partido de la oposición atina en parte: “(Estas medidas) son buenas para los bancos (pero) insuficientes para solucionar los problemas de los españoles, sus familias y las pymes”. (Misma fuente). Atina en parte: no es que sean insuficientes, son inútiles: Nissan, ¿dejará de despedir a los obreros que dice que va a despedir?; pero ese partido en el Gobierno, hubiese hecho lo mismo: ¿hubiera podido hacer otra cosa?, ¿era posible hacer otra cosa?.
La razón por la que no se ha exigido que toda la mierda salga a la luz pone en evidencia el objetivo de los Planes, de las Medidas: aguantar. Verán como se comprará de todo: de-to-do, y en todas partes. Verán como se avala todo lo que haga falta, con patadón y hacia adelante: aquí: los avales de los prestamos interbancarios ascenderán a 100 miles de millones, ¿qué suma han de devolver las entidades financieras españolas hasta final de año?, pues, más o menos, la mitad de esa cantidad; pura casualidad, claro. Verán como se compran las participaciones en el capital que sean necesarias: aquí también.
Porque, piénsenlo: en el fondo, fondo, ¿qué es lo que se va a hacer?, pues suministrar un calmante a alguien que se halla en estado terminal. Es eso que hacen en los hospitales: ‘cuidados paliativos’: ayudar a bien morir. Lo malo es que estamos desperdiciando un tiempo precioso que deberíamos utilizar para prepararnos, para construir elementos que mitigaran lo que va a llegar; sin embargo ese tiempo se está utilizando para rehacer un trampantojo que ya no da el pego.
En fin, nos ha tocado esto.
(El Estado alemán dice que está pensando en limitar los ingresos anuales de los miembros de las directivas de las entidades que reciban ‘ayudas’ a 500.000 euros, cantidad que, más o menos equivale a 20 veces el PIB per cápita de la UE. ¿Por qué les castigan?, si hicieron algo punible, ¿por qué no fueron en su día perseguidos por la ley?. (Por cierto, ¿cómo se habrá llegado a esa cifra?). (Entre nosotros: no se impondrá esa limitación: ya lo verán). ¡Lo que hay que llegar a hacer de cara a la galería!).
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
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